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Las autoridades advierten: pensar perjudica gravemente al sistema

viernes, 24 de diciembre de 2010

Banderas Falsas

Hoy desayunamos con la noticia de atentados con explosivos en las embajadas de Chile y Suiza en Italia.

Los medios de propaganda y desinformación del estado vuelven a la carga, dejando claro una vez más a quién bailan el agua. Hace unas semanas fue Grecia, ahora Italia. Grupos anarquistas, dice la voz del sistema, siembran el caos en Europa bombardeando embajadas. Esta es la gasolina mediática que el estado necesita para poner en funcionamiento sus mecanismos de represión ante un movimiento que empieza a resurgir a nivel europeo como la única alternativa, la única respuesta contundente y real a los ataques que desde las instituciones, la banca y la patronal se vienen cometiendo impunemente contra la clase trabajadora con la excusa de una crisis creada para los intereses del sistema.

No es la primera vez, ni será la última, que ante el alzamiento de un movimiento que pone en jaque al sistema impuesto, y siendo éste apoyado por un sector amplio de la población, los servicios de inteligencia del estado diseñan y ejecutan atentados para posteriormente adjudicar su autoría a su objetivo (en este caso el movimiento anarquista), creando de esta manera la excusa perfecta para encarcelar, torturar o eliminar elementos incómodos con el apoyo de una opinión pública convenientemente manipulada por los medios oficiales de comunicación.

Todo esto no es nuevo en territorio italiano. Ya en marzo de 1978, Aldo Moro, primer ministro de Italia en dos ocasiones, fue asesinado en una operación orquestada por los servicios secretos a través de infiltraciones en las Brigadas Rojas, el grupo que oficialmente habría sido el cerebro y el brazo ejecutor del político italiano.

En España, son incontables las veces que el estado se ha valido de ETA para sostenerse. El caso de ETA no es el de una organización terrorista creada por los servicios secretos. ETA nace al margen del estado, independiente, y es el estado el que la deja hacer, pero controlada y vigilada muy de cerca a través de la infiltración tanto en su aparato político como militar. Dos casos muy documentados fueron el atentado contra Carrero Blanco y el caso de El Lobo. A continuación dejo dos fragmentos breves de dos películas españolas que hacen referencia estos casos:

En esta escena, un infiltrado en ETA, alias El Lobo, expone la posibilidad de acabar con la organización de una vez por todas. La respuesta es clara:


En esta otra, los etarras que preparan el atentado a Carrero Blanco se preguntan cómo es posible que después de los innumerables errores que vienen cometiendo nadie se haya percatado de sus intenciones... ¿les estarán dejando hacer?:



Para acabar, sería interesante recordar otras dos operaciones de bandera falsa, más en relación con la noticia de hoy y el movimiento anarquista. La primera de ellas se remonta ala Andalucía de finales del siglo XIX con la creación supuesto grupo anarquista y violento bautizado como La Mano Negra. Extraído de wikipedia:

La Mano Negra fue una presunta "organización anarquista secreta y violenta" que actuó en Andalucía a finales del siglo XIX a la que se le atribuyeron asesinatos, incendios de cosechas y edificios.
A pesar de que los grupos anarquistas de la zona afirmaban no tener nada que ver con dicha organización y que las pruebas eran inexistentes (se presionó a varios falsos testigos para que declarasen en contra de los imputados e incluso se aceptó como prueba un papel encontrado bajo una piedra en medio del monte con la lista de integrantes de la Mano Negra), las fuerzas de seguridad del Estado llevaron a cabo una durísima represión basándose en cuatro crímenes cometidos a finales de 1882 y los primeros meses de 1883. El resultado fueron quince campesinos condenados a muerte, de los cuales siete fueron ejecutados en la Plaza del Mercado de Jerez de la Frontera, el 14 de junio de 1884 mientras solo tres dias despues los jueces gozaron de la Gran Cruz del Orden de Isabel la Catolica [1]


Aunque durante muchos años se ha discutido la existencia de tal supuesta organización, actualmente prácticamente todo el ámbito académico está de acuerdo en que fue un invento a la manera de la operación de bandera falsa o a modo de una imputación injustificada del gobierno de Sagasta para aplacar las revueltas en los campos del sur de España, como ya insinuó Vicente Blasco Ibáñez en su novela sociológica en 1905.

El segundo ejemplo de bandera falsa en el movimiento antisistema es más reciente. Se trata de los Black Blocs, o Bloques Negros. Un Black Bloc es una táctica de manifestación consistente en un grupo de individuos vestidos de negro, generalmente encapuchados, que actúan en conjunto generando destrozos y expropiaciones en multinacionales, grandes empresas y sucursales bancarias, y enfrentándose contra la policía para defenderse.


La efectividad de este grupo, es el anonimato que proporciona su estética. Este anonimato ha servido para que el estado se haya infiltrado fácilmente en los últimos años, a través de agentes de la policía disfrazados que ocasionan daños en pequeños comercios y vehículos particulares para desacreditar al movimiento antisistema y poner a la opinión pública de su lado. Para muestra, un video de una manifestación en Barcelona en la que se ve a agentes de la policía vestidos de negro y con pasamontañas volviendo a los furgones:



 Ahora tú decides: creer en banderas falsas, o sacar las banderas negras.

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